Este salami emblemático del Sur de Italia es muy apreciado por su sabor especiado, picante e intenso, de una gran personalidad. De color rojo vivo y consistencia compacta muy agradable al paladar, se elabora solo con las mejores carnes magras de cerdo 100% italiano, que se guisan, secan, ahúman y curan siguiendo unos cuidadosos pasos marcados por una larga tradición de siglos de antigüedad. Su aroma genuino con agradables notas ahumadas y su sabor especiado, vivo y pícaro, protagonizado por la guindilla, brillarán especialmente como aperitivo, en lasañas y pizzas, acompañando alcachofas, champiñones o brócoli o junto a una copa de buen vino italiano.