Igual de largos y redondos que los spaghetti, pero más delgados, los fedelini serán todo un descubrimiento, ya que su fino diámetro garantiza una cocción uniforme y aporta mayor delicadeza al paladar. No es de extrañar que su nombre en italiano signifique “pequeños fieles”, ya que te conquistarán para siempre si los pruebas con mantequilla y salvia, con salsas a base de huevo o con tomate fresco. Prueba a romperlos antes de hervirlos para sustituir los fideos y preparar una versión diferente y con más textura de tus caldos blancos preferidos o, a la manera de Nápoles, sorprende a tus invitados con un pastel de fedelini horneado.